Esta es la sensación que nos queda después de una sesión bochornosa, como la de anoche, en la que se sancionaron sobre tablas * y sin despacho de comisión ** , los cuatro proyectos enviados por el gobierno, que lisa y llanamente, reforman el Estado. Y todo esto no obstante la interpelación constante que se les efectuara desde la minoría para actuar con la responsabilidad y la eficacia de la que el partido gobernante hace alarde permanentemente. Efectivamente los kirchneristas y otros “aliados” juegan a que son oposición, mientras dan el quórum *** que necesita el PRO para lograr, entre gallos y media noche, la sanción de leyes con falencias de todo tipo, con incoherencias manifiestas y de dudosísima constitucionalidad, pero con una clarísima finalidad: la privatización de Buenos Aires , la eliminación de las minorías en las decisiones del Banco de la Ciudad y la entrega de las políticas públicas y de los recursos públicos a manos privadas. La ciudadanía merece saber l...