Ayer en la Legislatura se votó el proyecto del oficialismo para regular la publicidad en la vía pública. El Gobierno porteño elaboró un proyecto de ley que si bien pretende reducir la cantidad de carteles publicitarios, en nada procura disminuir la polución y los "negocios de los amigos".
"En primer lugar porque la reducción obedece a una restricción exagerada de los tamaños y, luego, porque las limitaciones incorporadas atacan a la industria que se dedica a la fabricación de carteles y, en un momento de crisis, disminuir las capacidades de la industria implica directamente generar más recesión y con ella, más desocupación", manifestó en el recinto la diputada Liliana Parada (Igualdad Social-SI).
Hablando de la "polución", la legisladora expresó que "el juego limpio" tiene fines distintos a la limpieza visual porque el proyecto de la mayoría, incluye modalidades publicitarias que no permiten el fomento de la actividad del pequeño comerciante, como una panadería o un kiosco, sino que genera nuevos circuitos para los grandes oligopolios, como ser el telón publicitario y los contenedores estacionarios de recolección de basura provocándose una reorganización de las áreas capaces de generar publicidad. Se fomenta la difusión en los lugares de concentración pero al pequeño comerciante se le cercenan los medios para publicitarse, quedando en una situación de desolación o exclusión evidente".
En relación a los 180 días que requiere la normativa para que empresas y comerciantes se adecuen a la nueva modalidad, la diputada Liliana Parada (Igualdad Social-SI) afirmó contundente: "el Gobierno no pudo, siendo uno solo, cumplir con los 180 días que requería la publicidad de la Ley de Scoring. Si se aplicara la misma sanción marquetinera de colocar fajas señalando las infracciones que viene cometiendo el Ejecutivo durante su primer año de gestión, Bolívar 1 sería un arbolito de Navidad".
También en el recinto, la legisladora Parada se refirió al mobiliario urbano ya que si se disminuye el ámbito publicitario de los comerciantes "la producción publicitaria recaerá sobre el mobiliario urbano, manteniéndose el poder de unos pocos y restringiéndose el de todos".
"Lo que contamina visualmente son los carteles, las marquesinas de los comerciantes privados para darle más y más ganancias al cartel de Albistur y sus amigos Moneta, Manzano y Hadad. Queda demostrado: Oposición en la política, Socios en los negocios. Al final: TODO QUEDA EN FAMILIA", concluyó la diputada del bloque Igualdad Social, Liliana Parada.
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