Señor presidente: hemos escuchado hablar de oportunismo, oportunidad política, reflejo y sensibilidad. A esta altura del debate –no lo digo por la hora- estamos aquí cumpliendo el deber indelegable que tenemos como legisladores. Esto es lo que nos ha convocado hoy a este recinto. Estamos a punto de votar una norma que ha sido sancionada por el Senado de la Nación, más allá de cualquier chicana que se pueda plantear. Entonces, ¿por qué no avanzamos en lo poco que podemos? Digo esto, porque creo que no estamos aprovechando el llamado a sesiones extraordinarias. Todo el mundo sabe por qué la presidenta llamó a sesiones extraordinarias; algunos lo han marcado para defenderlo y otros para atacarlo, pero creo que no lo estamos aprovechando. Tenemos hasta el 31 de diciembre para considerar otras normas que son también sumamente importantes y que se vinculan con el tema en discusión, aunque no tengan la misma especificidad. Me refiero, por ejemplo, a la deuda social...