¿Qué sucede cuando la tercera posición está fuera del alcance de la comprensión del campo popular, porque los interesados en “ganar” esta pulseada juegan para brindar un espectáculo al que cada una de las dos partes apuestan sólo por su victoria y no la del pueblo?
Sucede que mantener esa posición desde la coherencia no es visualizada por el conjunto de la sociedad, que es en definitiva la real beneficiaria de los fundamentos en la que se sostiene.
Y ¿qué acontece cuando por la circunstancia de llevarse al parlamento nacional el conflicto se advierte que esa posición es la única sensata?
Resulta entonces que se la trata de quebrar utilizando todos los mecanismos de desestabilización al alcance de los inescrupulosos del poder.
La bancada del SÍ en todo momento entendió que el conflicto que tiene a la Argentina en vilo desde hace más de cien días, debía resolverse a partir de la segmentación de las retenciones, de modo de descomprimir la situación del pequeño productor, y que se gravasen correlativamente a aquellos sectores que acumulan mayores niveles de renta extraordinaria, en lugar de mantener dos posiciones antinómicas al costo que fuera para todo el conjunto de la sociedad argentina.
Por ello desde el SÍ se aspiró legítimamente a alcanzar los consensos teniendo como horizonte la paz social y la justicia distributiva.
Cuando esta posición toma estado público por haberse llevado la situación al Congreso Nacional, es que se advierte que era -ésta y no otra- una real y sensata oposición, y es entonces que nuestro bloque de diputados se convierte en el blanco de una campaña difamatoria que apunta a deslegitimar a sus integrantes.
No han sido horas fáciles, pero sí gratificantes para todos aquellos que dejamos la comodidad de un partido en ascenso para continuar en la lucha por lograr un país con igualdad de oportunidades para todos y con una real distribución de la riqueza.
Estos principios son los que nos llevaron a formar este nuevo espacio político para seguir el difícil camino que conduce a un país más justo, y en esto la posición del SÍ es más que un paso en tal sentido.
Sucede que mantener esa posición desde la coherencia no es visualizada por el conjunto de la sociedad, que es en definitiva la real beneficiaria de los fundamentos en la que se sostiene.
Y ¿qué acontece cuando por la circunstancia de llevarse al parlamento nacional el conflicto se advierte que esa posición es la única sensata?
Resulta entonces que se la trata de quebrar utilizando todos los mecanismos de desestabilización al alcance de los inescrupulosos del poder.
La bancada del SÍ en todo momento entendió que el conflicto que tiene a la Argentina en vilo desde hace más de cien días, debía resolverse a partir de la segmentación de las retenciones, de modo de descomprimir la situación del pequeño productor, y que se gravasen correlativamente a aquellos sectores que acumulan mayores niveles de renta extraordinaria, en lugar de mantener dos posiciones antinómicas al costo que fuera para todo el conjunto de la sociedad argentina.
Por ello desde el SÍ se aspiró legítimamente a alcanzar los consensos teniendo como horizonte la paz social y la justicia distributiva.
Cuando esta posición toma estado público por haberse llevado la situación al Congreso Nacional, es que se advierte que era -ésta y no otra- una real y sensata oposición, y es entonces que nuestro bloque de diputados se convierte en el blanco de una campaña difamatoria que apunta a deslegitimar a sus integrantes.
No han sido horas fáciles, pero sí gratificantes para todos aquellos que dejamos la comodidad de un partido en ascenso para continuar en la lucha por lograr un país con igualdad de oportunidades para todos y con una real distribución de la riqueza.
Estos principios son los que nos llevaron a formar este nuevo espacio político para seguir el difícil camino que conduce a un país más justo, y en esto la posición del SÍ es más que un paso en tal sentido.
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